Contiene: El libro señala la presencia en los documentos de la visita toledana a Cajamarca de dos grupos étnicos forasteros, diferentes entre sí, distintos a los naturales de la región que posiblemente se establecieron en la zona en una época anterior a la dominación cusqueña. Además de ellos hallaron a los mitmaq instalados por la administración cusqueña. Desde la aparición de estos grupos en Cajamarca, habría pasado un periodo lo suficientemente largo para que no fuesen sindicados como forasteros y se confundieran con la población lugareña. No se puede precisar cuando arribaron, ni los motivos o episodios que se sucedieron en relación con su instalación en Cajamarca. Lo que si parece evidente es que sus procedencias eran totalmente distintas; mientras unos mostraban antecedentes costeños, los otros pertenecían a grupos de pobladores de extracción serrana, llegados desde el sur a lo largo de la cordillera. La administración estatal inca los halló en Cajamarca y a estos antiguos forasteros añadió toda una guaranga de mitmaq oriundos de distintos lugares. Tal parece haber sido la composición étnica de Cajamarca por los años de 1571 y 1572.

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