A partir de la época colonial, los indígenas chiquitanos han sufrido diferentes tipos de atropellos por parte de la población blanca. Primero fueron sedentarizados en misiones religiosas organizadas por los jesuitas, posteriormente esclavizados por patrones asentados en sus tierras y en los últimos tiempos son víctimas de despojos territoriales y engañados en la explotación de sus recursos naturales. Ante la adversidad de la situación optaron por establecer organizaciones indígenas comunalese intercomunales, las cuales defienden los derechos de sus miembros ante las autoridades.