Los fuertes incaicos y otras pruebas del dominio andino en el Chaco
Tipo de material:
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura topográfica | Estado | Código de barras | |
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Museo Nacional de Etnografía y Folklore Centro de procesamiento | Revistas | B/APU/IV(15)Abr/1935 | Disponible | HEMREV009660 |
Resta referirse a otras pruebas más, de este milenario andinismo del Chaco, entre ellas se destacan relevantemente las de indole arqueológica y étnica. Sabemos por Garcilaso de la Vega y otros cronistas coloniales, que el Inca Yapanqui movio guerra a los Chiriguanaes durante dos años, con el objeto de conquistar la gran provincia chiriguana y otras naciones del Chaco, aún se puede rastrear los hitos de avance incaico y su penetración al Chaco por Tarija siguiendo los Fuertes Incaicos, que no eran otra cosa que restos de Pukaras aymaras. Y en varios documentos se insiste que los españoles para defenderse de lo grandes sobresaltos de los chiriguanos dormian muchos de ellos en Fortalezas hechas por los Incas. Si se pregunta a la simbología ideográfica de Tihuanacu, ella responde a gritos de la fuerza centrípeta del movimiento expansivo, encontrada profusamente presentado junto al cóndor, al puma; junto al pez de mares lejanos, al lado de la llama, los enormes reptiles, y en las osamentas que a diario se desentierran en Tihuanacu, estos totems de los primitivos organismos sociales, corresponden a las tierras altas y bajas. Todos estos datos están gritando todo cuanto fué en su hora histórica, la cultura Andina, y como irradió desde los Andes, hasta los lejanos ambitos del continente.
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